Corria el año 2000, el miedo al Y2K, era olvidado, mientras yo escuchaba el disco de una nueva banda que aparecia en el panorama. Era Coldplay con su disco Parachutes, ultrameloso, pero me encantaba ese single Yellow con un video tan sencillo de un amanecer. La letra aunque sencilla, era pegajosa. Esperaba grandes cosas de esa banda.
Corrio el tiempo, y llego, A Rush of Blood to the Head, y comenzaria a vivir el deja vú mas largo de mi vida.
Desde entonces, simplemente, empezo ese bombardeo mercadotecnico, quizas, con algo de payola en algunos paises, para poder llevar a las masas ese sonido monotono, de lirica sencilla, y notas algo repetitivas. Con una voz, que si bien es armoniosa, suena igual en todas las canciones.
Mas tarde llego, X&Y, en el cual guardaba esperanzas. Algo asi como un rechazo a lo comercial, como paso con Radiohead, y su transición a ese nuevo sonido experimental.
Pero no fue asi. Desde entonces, sientos de melomanos se emocionan, con canciones como clocks, (la verdad ya ni distingo una cancion de otra, dada la sobreproducción, de sus discos, donde el fade, es inexistente, ya que parecen canciones de 1 hora), como si estuvieran escuchando Megadeath, o alguna banda de metal.
Simplemente, llego el deja vú, mas grande de la historia.
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